La Visitación de María no es más que preludio de su vida en la tierra y en el cielo: darse a los demás entregándoles a Jesús. (P. Tomás Morales)

El puesto de vigilancia para la Virgen era la voluntad de Dios. Siempre escrutando el horizonte para descubrirla y realizarla. (P. Tomás Morales)

Ser responsable no es agobiarse. Es mirar a la gran responsable, la Inmaculada, llenarse de serenidad, entregarse a la tarea: “Aquí la esclava”, y permanecer firme cantando con Ella el Stabat. (P. Tomás Morales)

Como tú, Madre, sencillo, pero profundo; activo, pero reposado; responsable, pero confiado. (P. Tomás Morales)

Aprendamos de María serenidad en la espera, esa dulce serenidad que da la esperanza cierta. (P. Tomás Morales)

María debe encontrarse en todas las vías de la vida cotidiana de la Iglesia. (P. Tomás Morales)

La Virgen te mantendrá en esa humildad sin la cual no podrás permanecer fiel hasta la muerte. (P. Tomás Morales)

Su maternidad no envejece. Su amor no se desgasta. Su corazón no se achica, sus brazos no se acortan, tiene amor, corazón, brazos de Madre para estrechar a cuantos hijos lleguen. (P. Tomás Morales)

Por Ella y en Ella, todos nos hacemos hijos al pie de la cruz. Con Ella y en Ella, nace y sigue naciendo la Iglesia en Pentecostés. (P. Tomás Morales)

María es la Medianera que nos lleva a Jesús y en Él al Padre. Ella nos acerca a Dios. (P. Tomás Morales)